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DIARIO DE UN MIR

Diario de un MIR: Día 77

Cuando el año pasado (allá por el preMIR lejano, cuando aún cursaba 6º) hablaba con mis amigos que estaban opositando en ese momento me decían todos (bueno, que conocía a un par de ellos, tampoco era aquí una gran comunidad de gente) que disfrutase ahora, que después sería un infierno.

Yo siempre pensaba que la gente que opositaba para el MIR eran unos exagerados, que tampoco sería para tanto y que con esfuerzo, constancia y dedicación sería como coser y cantar. Jajaja. Pobre iluso de mi. Esto me recuerda como cuando me mudé a Lituania a estudiar 1º de Medicina y pensaba que en invierno no haría frío

Esto es difícil. Muy difícil. El grado de competitividad (algo a lo que estoy acostumbrado a que prácticamente no exista en mi universidad, ya que cada uno nos íbamos a ir a otros países) es altísimo y cada vez más la gente mira por sí misma. No toda, pero la gran mayoría. De hecho a veces me siento hasta un poco iluso por compartir algunas reglas mnemotécnicas que me invento y que creo que son de gran utilidad. ¿De bueno que soy, tonto? No lo se.

Lo que sí que noto es que empezamos a estar quemados. A estar cansados y que necesitamos unas vacaciones lo antes posible. El día esperado llega el 1 de Octubre(hasta el 5 de Octubre) que aprovecharé para viajar a Italia. Después de eso empezaremos con la 2º vuelta, donde espero poder subir más las netas y avanzar de forma más rápida o más acorde a lo que espero.

Mantener el equilibrio emocional no es nada fácil.

Llevo un par de semanas jodido. Curiosamente coinciden con los dos últimos simulacros donde he bajado. Es muy fácil escribir en el blog y decir que «los simulacros no tienen que afectar nuestro estado anímico de la semana» pero ya, creértelo y mucho más, llevarlo a cabo eso ya es tarea difícil. Mantener el equilibrio emocional no es nada fácil. Preparar el MIR te hace dudar muchas cosas: ¿Si saco netas bajas soy mal médico? ¿Si no saco tantas netas como esperaba significa que no se nada? ¿Y si al final todo este esfuerzo es en vano? Y muchas otras más. Cada uno tiene que encontrar respuestas a los dilemas que le surgen, no puedo ser yo quien las conteste por otros.

El MIR te cambia. Te hace más duro. Te enfrentas a un estrés continuado, a un grado de presión altísimo pero sigues hacia delante, victorioso. Yo quiero pensar que esto puede servir como un entrenamiento de cara a las largas horas trabajando en el hospital, sí, se que una guardia no tiene nada que ver (o no lo sé realmente, ya lo experimentaré) pero quiero pensar así. Me motiva.

Seguimos en lucha, nos leemos por aquí.


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HOLA, SOY
PAU MATEO

Soy un médico de profesión y blogger, fotógrafo y viajero por pasión.

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