Personalizar las preferencias de consentimiento

Usamos cookies para ayudarle a navegar de manera eficiente y realizar ciertas funciones. Encontrará información detallada sobre cada una de las cookies bajo cada categoría de consentimiento a continuación.

Las cookies categorizadas como “Necesarias” se guardan en su navegador, ya que son esenciales para permitir las funcionalidades básicas del sitio web.... 

Siempre activas

Las cookies necesarias son cruciales para las funciones básicas del sitio web y el sitio web no funcionará de la forma prevista sin ellas. Estas cookies no almacenan ningún dato de identificación personal.

No hay cookies para mostrar.

Las cookies funcionales ayudan a realizar ciertas funcionalidades, como compartir el contenido del sitio web en plataformas de redes sociales, recopilar comentarios y otras características de terceros.

No hay cookies para mostrar.

Las cookies analíticas se utilizan para comprender cómo interactúan los visitantes con el sitio web. Estas cookies ayudan a proporcionar información sobre métricas el número de visitantes, el porcentaje de rebote, la fuente de tráfico, etc.

No hay cookies para mostrar.

Las cookies de rendimiento se utilizan para comprender y analizar los índices de rendimiento clave del sitio web, lo que ayuda a proporcionar una mejor experiencia de usuario para los visitantes.

No hay cookies para mostrar.

Las cookies publicitarias se utilizan para entregar a los visitantes anuncios personalizados basados ​​en las páginas que visitaron antes y analizar la efectividad de la campaña publicitaria.

No hay cookies para mostrar.

ESTÁS LEYENDO EL
DIARIO DE MEDTOTTERS

I hated Phnom Penh

CrossroadThe transporters

MotorbikersMonk on a motorbike

Royal PalaceRoyal Palace

Royal PalaceRoyal Palace

Inside the tuk-tukThe bathing man

I hated Phnom Penh. But don’t get me wrong. I hadn’t slept for almost 48 hours and took 3 flights to reach that crowded and dusty city. Plus it was the first time I was in South East Asia. And you know, when everyone tells you that there’s such thing as a ‘cultural shock’ the first time you enter SEAsia, well, it happens. The struggle is real.

I got very overwhelmed by a not very friendly nor helpful border police man who was looking at me in a sort of very-worrying-way. Or maybe I was too tired. 

Then, (and I’m truly not making this up) we got surrounded by 20 tuk-tuk drivers who wanted to bring us to the hostel we were staying in.

Driver: Is it your first time in Cambodia?

Me: No! No! Second time! Second time!

Miguel (the guy I traveled with): (Talking in Spanish) Why did you lie?

Me: I’ve heard that you have to always say that it’s your second time. This way you’ll avoid rip offs.

Miguel: If you say so…

Driver: Then, welcome to Cambodia, again. Smiley face.

After we had a great sleep next day was different. Still a bit rough to get used to it, but ended up loving Cambodia’s Capital, Phnom Penh.


Piensa en un amigo a quien mandarle este artículo

HOLA, SOY
PAU MATEO

Soy un médico de profesión y blogger, fotógrafo y viajero por pasión.

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetuer adipiscing elit, sed diam nonummy nibh euismod tincidunt ut laoreet dolore magna aliquam erat volutpat. Ut wisi enim ad minim veniam, quis nostrud exerci

ARTÍCULOS RELACIONADOS

CUÉNTAME,
NO MUERDO